En 1978, por enésima vez, las autoridadades canadienses cogieron a Keith Richards con una importante cantidad de heroina. Estaba claro que le esperaba una buena temporada en la sombra. Después de una persecución obsesiva por parte de las autoridades, el Stone había caido en la trampa. Nada parecía poder salvarle. En su momento se habló del fin de los Rolling Stones, además Jagger estaba dando un buen impulso a su carrera en solitario. La salvación llegó en forma de Rock'n Roll. El Stone debería dar dos conciertos benéficos y destinar toda la caja a una asociación de ayuda a personas ciegas. De esta manera en 1979 nacio de lo imposible uno de los grupos de rock más breves y auténticos de la historia, The New Barbarians: Ron Wood (guitarra y voz), Keith Richards (Guitarra y voz), Stanley Clarke (bajo), Ian McLagan (piano), Bobby Keys (saxofón) y Joseph Zigaboo (batería). A penas dos conciertos; un repertorio para morirse formado por clásicos del rock y temas propios; llenos hasta la bandera y caos total en las grabaciones de los mismos. No existe documento sonoro o visual decente por mucho que se empeñen en vendernos ediciones especiales.
Con todos ustedes: The New Barbarians, los dos yonkies más caros de la historia.
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