Está claro, esto lleva ocurriendo desde hace años, que tenemos una televisión pública en contra de la música popular en todos los sentidos. A parte de que no hay ningún programa de que se dedique de manera exclusiva a la música en la televisión, lo poco que hay lo programan casi sin avisar y a horas imposibles. Si consideramos la televisión como uno de los medios educativos más importantes de este siglo, estaremos de acuerdo que mucho de lo que aprenderán nuestros hijos estará de alguna manera determinado por lo que vean en la televisión.
Es normal que las últimas generaciones piensen que la música es lo que han visto en OT, además habran recibido el mensaje competitivo y comercial que este programa difundía. La música, en su mayor parte, le sigue llegando a la mayoría de la gente de las radio fórmulas (los 40 y compañía). Estas cadenas responden a intereses comerciales y, por supuesto, se venden al mejor postor. La música que se escucha es impuesta a golpe de talonario de los que más tienen. En los últimos años Internet, a pesar de los intentos censores de la ministra Sinde, está permitiendo que podamos elegir lo que queremos escuchar.
Volviendo a la tele, todo esto viene a colación con la temporada de conciertos que vuelven a pasar, como en los últimos veranos por la 2. La selección de los mismos no puede ser mejor. De lunes a jueves, a partir del 11 de julio y hasta el 15 de septiembre esta es la propuesta:
Festival de Blues de Cazorla:
Joe Bonamassa,Women of Chicago Blues, Eli Paperboy reed, Sugar Ray Norcia, Jimmie Vaughan y Joe Louis Walker.
Festival de Blues de Hondarribia:
Johnny Winter en la madrugada del miércoles 20 de julio; también se rescatará la actuación en la edición de 2010 de este festival del ya fallecido, Pinetop Perkins, a modo de homenaje. Será el 28 de Julio. Y también las actuaciones de Girls with guitars; Chris James y Patrick Rynn; The Mannish Boys y Hondarribia Crossroads.
Festival Jazz Victoria:
Se recuperará la actuación de Kyle Eastwood, el día 1 de agosto; le seguirán Nigel Kennedy Quintet y José James. El día 4, Jamie Cullum y el 5 Michel Camilo, con Giovanni Hidalgo y Charles Flores. El día 9 Rubén Blades y la orquesta de Roberto Delgado; el 10, Danilo Pérez Trío; y cierra el cartel el día 11 la actuación de homenaje a Miles Davis en el 20 aniversario de su muerte a cargo de Herbie Hancock, Wayne Shorter y Marcus Miller.
Heineken Jazzaldia:
Desde el 15 de agosto,John McLaughlin&4th dimension, John Scofield y Cindy Lauper acompañada de The Memphis blues tour. Tea for three y el día 16 el músico sudafricano Abdullah Ibrahim con su grupo Ekaya, también Mavis Staples entre otros.
Festival de San Javier
Ritenour Band, pionero del jazz funk y del jazz fusión contemporáneo, esta vez acompañado del genial pianista y compositor Dave Grusin. También al de Monty Alexander Trío, el día 30; el 31 se podrá revivir la vuelta al festival murciano de Ramsey Lewis, leyenda viva del jazz, acompañado de su banda eléctrica, ‘The Sun Goddes Tour’.
El día 1 de septiembre llegará a La 2 desde Murcia otro habitual de este festival, Wynton Marsalis & Jazz at Lincoln Center Orchestra. El día 5 se verá a Elvin Bishop; Destacable será también la actuación de René Marie, que llega a La 2 el día 6, una gran dama del jazz con un gran dominio del escenario; y muy esperada la presencia de Lila Downs por primera vez en este festival de jazz, donde presenta nuevo disco y una selección de sus mejores canciones. Su actuación se podrá ver en La 2 el día 8 de septiembre.El día 12, Eric Burdon & The Animals, Lucky Peterson que se emitirá el día 14 y la de Pink Turtle, el día 15, con quien se cerrarán estas madrugadas de jazz y blues.
El problema fundamental de todo esto es que la hora de programación varía entre las 1.45 ó 2.00 de la madrugada. Con lo cual la hora de terminación de los conciertos se te puede poner sobre las 3.00 o 3.30. O sea, para que no lo vea nadie. Está claro las pretensiones de los que dirigen la televisión pública: sólo rellenan el expediente, consideran esta música de escaso interés y peligrosa (como en su día consideraban al cine erótico o al de arte y ensayo que programaban a las mismas horas). Un cero para los que dirigen la televisión pública, que se vayan, que se dediquen a otra cosa, son unos incultos, unos complacientes. Son unos cobardes como todos los que nos dirigen en este caótico país.
Por eso, y otras cosas, no culpo al grupo de conocidos que me rodeaban el otro día y no paraban de hablar de los últimos coches que habían salido al mercado, de cruceros fugaces por el mediterráneo...mientras que en mi cabeza sonaban las últimas notas del concierto en el que estuve y que ellos nunca podrán ver por la tele.
