domingo, 23 de febrero de 2014

CBGB, LA PELÍCULA


La historia del famoso club situado en el 315 del Bowery, New York, forma parte de la propia historia del rock and roll con mayúsculas. Su dueño Hilly Kristall lo abrió en 1973 para promocionar la música country y acabó siendo un referente mundial del movimiento punk y new wave. Sería interminable la lista de grupos que tuvieron la oportunidad de tocar en el CBGB's y promocionarse a partir de ahí. Ahora lo puedes ver en una película producida en el 2013, dirigida por Randall Miller (director de éxito de series de TV) y protagonizada por Alan Rickman (este tipo sale en Harry Potter, entre otras cosas). No sé como verá esta película alguien al que no le interese este estilo de música, el caso es que a mí me ha parecido muy entretenida y teniendo en cuenta que durante los 100 minutos aproximados que dura está sonando música de Ramones, Blondie, Talkin Heads, Dead Boys, Velvet, Iggy Pop, Police...pues ya está. Emocionante final el de los títulos de créditos en los que salen en imágenes reales de los Talking Heads entrando en el Hall of Fame y dedicándoselo a Hilly Kristall. Y desde luego que tenemos que estar agradecido a este tipo y todos los Hilly Kirstall del mundo que permiten que podamos ver conciertos estupendos todavía, que se arriesgan por el amor a la música, arruinándose una vez y otra vez; además sin ningún apoyo institucional, todo lo contrario, con decisiones que hacen que cada vez te den más ganas de cerrar tu local. Va por todos ellos estas impresionantes imágenes de Deborah Harry con los Blondie en el CBGB's de 1975.


jueves, 20 de febrero de 2014

BACK TO BLACK: TAJ MAHAL (1967)

La portada del álbum da pistas muy significativas sobre la actitud con la que en 1967 Henry Saint Clair Fredericks, alias Taj Mahal, debutaría en 1967; una casa victoriana en ruinas, símbolo de tiempos mejores y gloriosos para la raza blanca, y el hombre negro que se mece en su silla orgulloso con una National en las manos, simulando a aquellos viejos bluesmen de preguerra maltratados por la opresiva vida que les tocó vivir. Y es que los tiempos habían cambiado en 1967, o iban a cambiar definitivamente; por eso, al contrario de la tendencia que llevaba la música, más orientada hacia el nuevo soul, con predominio del funk y la psicodelia, la aparición de este disco se podría considerar como un acontecimiento retrógrado. Nada más lejos de la realidad, aquí nos vamos a encontrar una banda de joven, con ganas de renovar, de reinventar la música folk, a destacar sus dos guitarristas: Jessie Ed Davis, indio nativo, un guitarrista mayúsculo, talentoso con la slide y capaz de transmitir con escasas florituras;  Ry Cooder, sobra todo lo que te pueda decir de este tipo, su impresionante obra en solitario crece con cada escucha, más actual y recomendable que nunca. La fuerza con la que toca la banda, la poderosa voz de Taj Mahal, y su innovador uso de instrumentos clásicos (guitarra National y armónica) hizo que este disco volviera loco a los propios Rolling Stones, que lo incluyeron en aquel experimento que fue "Rock and Roll Circus" ( descúbrelo en  el DVD del concierto, en las extras Taj se lleva la palma). Aquí no estamos tratando con un aparcero que para desahogar sus penas diarias canta blues, hablamos de un universitario, hijo de un arreglista de jazz, que con un talento impresionante crea una obra  con temas tradicionales, temas de Robert Johnson, Sleepy John Estes, Willie McTell, Sonny Boy Williamson y, mas de 30 años después, canta para reivindicar con orgullo la música con la que otros se enriquecieron: Blues, la madre de todas las músicas.

miércoles, 12 de febrero de 2014

FLAT DUO JETS: ROCK 'N' ROLL ESENCIAL

El concepto de grupo o banda de música, en lo que al número de componentes se refiere, pasa en la actualidad por diversas modalidades: tenemos la formación clásica, entendiendo por tal aquella que presentaron grupos pioneros como Beatles, Kinks...en la que no faltaba de nada y siempre al frente el carismático cantante que recibía toda la gloria; luego predominó el concepto de power trío, véase la Hendrix Experience o Cream, potencia y virtud al servicio del rock; para el nuevo siglo el formato dúo, sorprendentemente, aparece y arrasa. El origen está en los one-man-band pioneros del blues y que viene representado por un guitarrista prodigioso que hace las voces y un baterista de lo más solvente, aquí es inevitable señalar a los White Stripes y a los Black Keys como representantes que han reventado las listas de éxitos. Pero, como suele siempre pasar, antes que otros se llevaran la gloria, la semilla más representativa de estos nuevos super dúos ha estado en un grupo esencial -he dicho bien-, los muy grandes Flat Dúo Jets. Grupo formado a mediados de los 80 en North Carolina con dos músicos superlativos, Dexter Romweber en la guitarra y Chris "Crow" Smith a la batería. Juntos, en quince años, graban diez disco de puro rock and roll imprescindible y me quedo corto al decirlo, así que si no tienes ninguno en tu estantería ya puedes hacer un hueco. Veamos.





In Stereo (1985). Grabado casi cinco años antes en un garage y en una cinta. Esencia maldita de phsicobilly, blues y rock clásico de los 50. Le falta el empuje de una buena producción pero se lo tuvieron que pasar a lo grande haciéndolo; baladones como "Love Me" lo confirman. Eran como los Cramps, pero comparados con estos, los Jets eran catadráticos en conocimientos musicales.




Flat Duo Jets (1990). Monumento sonoro, pieza indispensable en la historia del rock. No puede dejar de estremecerme cada vez que meto el CD en el equipo y escucho esa introducción a la guitarra que desemboca en la locura cuando Dex canta con su voz "vintage":  My Life, my Love but you baby is gone... Te digo que este disco es una obra maestra en el que, unido al grupo un bajista -que duro sólo lo que dio de sí la gira-, nos presentan su rocabilly de final del siglo XX, nada de revival, esto es algo viejo por su origen y nuevo por su intensidad y brutal puesta en escena.




Go Go Harlem Baby (1991). Estaríamos ante una continuación pero no lo es, es más que eso. Lo primero es que hace de productor Jim Dickinson, auténtico experto de todo lo que se cocía en Memphis a nivel de rock y, con la introducción de un piano en algunos temas (grabado en los mismísimo estudios Sun), consigue darle al grupo la fuerza definitiva. No te cuento más, todo lo que tardes en escuchar temas como "TV Mama" o "Wild Trip" te lo reprocharás toda la vida.







Safari (1993). Este es su disco más lo-fi, con grabaciones inéditas que hacen entre el 84-87. Te puedes imaginar: garagero, energético y deshinibido. Con más de treinta temas se quedan más que tranquilos. Versiones tremendas de Richie Valens o Wanda Jackson.





White Trees (1993). Otro de mis favoritos, de hecho es lo primero que escuché de ellos. Obra bestial, tal como la portada da a entender. En el primer tema aparece la hermana de Dexter, Sara, con la cual formará el grupo de sus últimos trabajo, Dexter Romweber Duo. En algunos temas observo algún toque indie, como en "Radioctive Man", como un guiño a las escena que más atención le prestaba, via al babeo que tenían con ellos los REM.




Introducing with FDJ (1995), Red Tango (1996) y Wild Blue Yonder (1998). Es la consagración definitiva del grupo; éste último del 98 es un directo indiscutible que te permite conocer como se las gasta el grupo en directo, batería y guitarra y no hace falta más; bueno, no dejar de rokear hasta la extenuación. Por aquel entonces un tipo llamado Jack White decide copiarles el formato y, con poco más de tres discos, consigue vender el doble que los Jets en toda su carrera.






Lucky Eye (1998). Es la despedida y reconozco que no le tengo mucho agrado por esta causa. ¿Qué les llevó a separarse? Ahora que había pasado lo peor y mediación White Stripes, empezaban a sonar en la prensa más comercial. Si total, luego en solitario, han vuelta a hacer lo mismo. Hay un tema en este disco que es una maravilla "Hustle n' bustle" y los demás le van a la zaga, ni siquiera los temas más acústicos como "Dark Night" le quitan un ápice de fuerza.


Lo último que sé de ellos es que estrenaron un documental "Tow Headed Cow" (del que sale un disco con algún tema inédito) en la que se cuenta su historia llena de anécdotas y actuaciones inéditas (por cierto que lo puedes ver en youtube ya que aquí no ha llegado a estrenarse ni editarse en DVD). Dexter continúa en la carretera, editando discos con Sara, su hermana. El cuervo Chris Smith, el baterista, sacó algún disco en solitario pero con la mala sombra que siempre tuvieron los Jets, la de no comerse un rosco. En fin, historias del rock and roll.



sábado, 8 de febrero de 2014

DRIVE BY TRUCKERS: ENGLISH OCEANS, SU DISCO PARA EL 2014

Tienen los Drive By Truckers un tema en su disco "The Dirty South" que me gusta especialmente; diría que es uno de mis temas favoritos, de esos que hablan de música dentro de la música. No es otro que el genial "Carl Perkins Cadillac". El mismo habla sobre la famosa promesa que hizo el ilumninado Sam Philips cuando dijo que compraría un Cadillac al primer artista de Sun Records que vendiera un millón de discos. Y me acuerdo de este tema por el magnífico inicio en el que el primer verso dice "Life ain't nothing but a blending up of all the ups and downs", eso es algo así como que la vida no es otra cosa que la mezcla de todas las subidas y bajadas. Y si la vida musical de los Drives es una de las mejores de la historia musical de los USA en los últimos veinte años, ahora estamos de subida. Este "English Ocean" es una subida a sus mejores momentos, aquellos donde el rock se impone a cualquier tipo de ornamento; donde la complejidad de las canciones queda supeditada al grito afilado de las guitarras. Los temas iniciales conforman el mejor comienzo de un disco desde los "Operas Rcok" y "Decoration"; el tema inicial,"Shit Shots Count", podría ser el tema de arranque de sus próximos directos y una de las mejores canciones de rock del año. Y sin duda, me sigo quedando con la dramática forma de cantar de Patterson Hood y Mike Cooley, que hacen más cercana su música y, sobre todo, más real. Real como la vida misma, con sus subidas y bajadas.