El rock and roll, por derecho, pertenece un poquito más a la comunidad afroamericana antes que a cualquier otra. No es raro que en discos muy primerizos de blues de gente como Louis Jordan, Big Joe Turner, Jimmy Reed y otros haya temas que encajan perfectamente en lo que entendemos por un canción standard de rock 'n' roll. Más tarde llegarían rostros pálidos que se adueñarían de ese privilegios y se autoproclamarían "kings" de manera injusta mientras mitos como Berry o Richard caían en constantes desgracias o inmerecido olvido. Barrence Whitfield está aquí para demostrar como empezó todo esto y recordar quienes son los auténticos reyes; para ello se rodea de músicos blancos, The Savages, con afinidad por lo salvaje y los tres acordes (de hecho el origen de la mayoría está en el garage rock principalmente)y desde los 80s no han dejado de rockear de manera admirable con una inmensa discografía que unifica la tradición negra del blues y el soul en un sonido rockero brutal de una garganta cercana al mencionado Little Richard o al gran Howlin' Wolf e incluso al primero Don Covay. Hoy he escuchado el último disco de Barrence, "Dig Thy Savage Soul" y me he quedado sin aliento, su mejor disco, temas increíbles y una banda que se ajusta como un guante a la salvaje laringe de Barrence como nunca, escucha si no "I'm Sad About It" y la genial "Show Me Baby" que sería capaz de resucitar de un tirón a los mismísimos hermanos Chess.
Más salvajadas:
Dig Yourself (1985). Después de un primer disco que pasa desapercibido por su propuesta primitiva y apartada de los ritmos sintetizados y discotequeros de los 80's, atacan con este maravilla que rompió en aquellos años todas las rodillas de miles de rockabillys y sobre todo gracias al apoyo de salas y discjockey ingleses.
Let's Lose It (1990). Idolatrados a estas alturas por el mismísimo Elvis Costello, no paran de sacar auténticas bombas de rock primitivo y ese esfuerzo desembocan en este memorable larga duración producido por el mismísimo Jim Dickinson. Brutal exhibición de Barrence y sus salvajes, con un sonido más pulcro y versiones de vértigo como "I Smell a Rat" de Leiber-Stoller (antes cantada por Big Mama Thornton).
Savage Kings (2011). Primer disco que escuché y memorable experiencia, no sólo por la genial interpretación de Whitfield, también por la increíble guitarra de Peter Greenberg. Todos los temas son pildoras de rock and roll compulsivo adornados por geniales solos de saxofón a cargo de otro músico a resaltar, Tom Quartulli.