Estos discípulos gabachos de
James Brown ya demostraron su capacidad en su disco imprescindible del 2016 Night Shift y nos reafirmó como front-woman de
infarto a Ciara Thompson. Un grupo, que para que te hagas a la idea podrían
estar en esa línea donde se unen los californianos y reyes del punk-soul
Bellrays y el testimonio sonoro que nos dejó nuestra llorada Sharon Jones y sus
imbatibles Dap Kings. Y en este Sweet Rewards siguen con esas incursiones
bestiales de garage y rythm blues que lo hacen tan atractivo. El arranque del
disco con la elegante “Sweet Rewards” da a entender la evolución del grupo por
ambientes un poco más complejos y arreglados que dan como lugar a un hit
sobrado si éste fuera un mundo justo; anda en esa línea de soul sureño el tema “In
The City” que no desentona con el anterior y que impresiona por una
espectacular línea de bajo; “What You Say” entra en esa cara más conocida del
grupo, tan salvaje y guitarrera, sujeta en este casos por una machacona base de
irresistible funk; no creo que haya otro tema como “Weak Ends” que defina mejor
al grupo y que Ciara domina con una voz rompedora al nivel de furia de la banda,
en esa línea, con gran protagonismo de la guitarra está la increíble “Taxman”; se
agradece esa parada en la psicodelia funk con el tema “Movin On”, genial y
enriquecedora al repertorio del grupo; “Hypnotized” y “Trying Too Fool” van a
romper las pistas en sus directos con esa agradecida intervención de coros
femeninos como si de unas renacidas Ikettes se tratara; antes de llegar al
final, donde rescata un himno para los directos ya escuchado en un EP del 2015,
“Soul Kitchen”, Ciara nos regala un caramelo en clave más acústica y soul-pop
que es “Roll Miss Roll”. Ahí queda un disco con diez perlas que dan de lleno en
eso que dice el genio de Carolina del Norte, Lee Fields, de que en momento de
crisis y pocos valores, solo músicas como el soul pueden enseñarnos el camino
ya que nacen de la verdad y el dolor. Amén.