jueves, 13 de mayo de 2010

LA GUITARRA DE BOOKER

Nacer a principios del siglo pasado en Aberdeen, Mississippi, y ser negro no presagiaban un destino fácil. Booker T. Washington White, alias “Bukka” White tuvo una vida difícil y azarosa como muchos hombres y mujeres de su comunidad. Desde su infancia, el blues, como seña de identidad de los suyos, fue una salida para las desgracias que un mundo injusto le deparaba. Criado en la más absoluta pobreza intentó ganarse la vida como boxeador, más tarde como jugador de beisbol y finalmente como bluesman. Fue instruido por grandes como Charley Patton, Son House…y pronto destacó por su originalidad y depurado estilo, especialmente con la guitarra slide. Su imagen típica con la National Steel guitar es muy característica. Grabó algunas canciones que le permitieron sobrevivir y tener cierta fama. Tuvo la desgracia de verse envuelto en una pelea y dar con sus huesos en la cárcel de Parchman Farm, una de las más duras en aquella época. Sus vivencias en la cárcel fueron decisivas para el posterior dramatismo que le acompañó a sus grabaciones finales. Una vez salió de la cárcel empezó a ganarse la vida como chatarrero hasta que unos jóvenes folkies de los años 60’s dieron con él siguiendo las pistas que daban las letras de sus canciones. Esto hizo que gozara de cierta fama, popularidad y dinero hasta su muerte en 1977.

La historia viene a propósito del último, genial y sorprendente disco de Eric Bibb, bluesman innovador y gran investigador de la música de sus abuelos negros. La idea del disco viene tras el regalo que un fan le hace después de un concierto, ¡una de las guitarras National de Booker Bukka White! Al verse con la guitarra en las manos y tocar comprende como, un siglo después, el blues sobrevive e inmortaliza a una persona humilde y sin pretensiones, cuyo único fin fue sobrevivir en un mundo hostil y que hoy, gracias a su música, prevalece. De hecho llama al álbum Booker’s Guitar y ha compuesto una serie de temas típicos del blues del Mississippi pero con muchos toques innovadores. En el tema que tenéis a continuación dice algo así como “el sonido de su guitarra es como el tañido de una campana y vamos a mantener ese sonido cien años más…”. Es como si tener esa guitarra en sus manos le hubiera dado la responsabilidad de mantener vivo el blues. Desde luego que lo consigue…
Por cierto, el bueno de Bukka White además de todo lo dicho antes, también tuvo tiempo de enseñar a su sobrino a tocar un poco, un tal Riley Ben King , para los amigos: BB King.

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