Whiplash es uno de los temas, del saxofonista Hank Levy, que
toca el talentoso y novel batería Andrew Neiman, interpretado por Miles Teller,
en la película del mismo nombre del director Damien Chazelle. La traducción al
español del título es de "latigazo", quizás en referencia al
accidente que sufre en un momento dado el protagonista en la película del
que sale ileso o por el que tuvo el propio director durante el rodaje. La
obsesión por el reconocimiento y el éxito en una sociedad que castiga el
fracaso, ignora cruelmente la mediocridad y ensalza el triunfo como el único camino válido
para que los demás te reconozcan, es el tema que hay detrás de este film del
2014; reconocido en diversos festivales, como en el prestigioso Sundance e incluso
en los óscars del año pasado. En este caso se nos introduce en la historia de un baterista que está dispuesto al sacrificio máximo por tocar en la
orquesta de jazz más importante del país y la obsesión del brutal director de
orquesta, interpretado por J.K. Simmons (el J.J. Jameson en las pelis de
Spiderman) obsesionado por descubrir a un nuevo Charlie Parker. La película
adquiere por momentos el tempo de un thriller, y llega alcanzar ese ritmo de misterio
e incertidumbre típico del cine clásico de terror psicológico. Es la batería el
arma principal de ese miedo, es el jazz el vehículo que conduce la fatalidad a
la que está condenado el principal protagonista (el actor, de jovencito, tocaba
la batería en una iglesia), un joven acomplejado, aislado y sin una familia de
carácter que lo dirija; una familia debilitada por la falta de la madre y sin
poder para enfrentarse a los valores que inducen en los jóvenes la sociedad capitalista
actual. Y de trasfondo vertiginosos solos de batería condimentada por generosas
dosis de sangre) y temas clásicos del jazz (impresionante final con versión de “Caravan”
que tocaba el genial Duke Ellintong). Música y cine independiente en una sala
de verdad, con público real y cinéfilo; en los tiempos que corre esto es oro.
4 comentarios:
He leído mucho y bueno sobre esta película, tendré que verla. La cultura capitalista del éxito es algo horrible, se utiliza la palabra libertad para ocultar lo que es competencia feroz dedicada a anular valores de colaboración. El sacrificio y la disciplina en aras del éxito particular, nunca del bien común.
Un abrazo, Antonio.
Sin duda una de las sorpresas del pasado 2014.........Con un ritmo genial en todo el film..Y buenas interpretaciones. Me gusto mucho.
Un saludo
Todavía no la he visto, hermano. Qué mal voy de cine últimamente. Bueno, desde que fui padre voy de mal en peor en ese sentido. Ahora que me la has recordado le daré prioridad, me apetece muchísimo. Un abrazo.
Acertada pelicula en donde las actuaciones la revaloriza aun mas ,saludos
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