Seguro que el tipo no te suena. Desde luego que hay que ser un poco friki para saber de quién hablo. El caso es que nunca me hubiera fijado en él si no fuera por mi devoción por uno de los músicos más grandes del siglo pasado: Howlin’ Wolf.
Y es que cuando hace algunos años pude tener una buena conexión a internet me inflé de ver vídeos en el youtube . Uno de los que he visto más, aún suelo verlo, es el increíble vídeo de Howlin’ cantando el cásico “Killing Floor”. En este caso se trata de un concierto que dio en 1970 en Washington D.C. (la mayoría de los videos de ese concierto está en youtube). Después de verlo varias veces y no salir de mi asombro -todavía me pone los pelos de punta- empiezo a fijarme en los músicos que le acompañan; S.P. Leary a la batería, un habitual en las mejores bandas de blues de Chicago; Sunnyland Slim, al piano, igual de grande que Howlin’, una leyenda del blues; Hubert Sumlin, increíble en estos vídeos, con una agresividad a la guitarra y un lucidez inigualable. Pero, justo a los 4 minutos y 13 segundo el plano de la caótica filmación empieza a abrirse y se descubre a un tipo joven. Es en el segundo 16 cuando se le observa con claridad y se percata uno de la juventud, el estupendo estilo con el que toca y, sobre todo, de que es blanco. ¿Qué hacía un blanco, un hippy blanco entre aquella troupe de monstruos consagrados?
Esto me hizo imaginar varias opciones posibles: es un bajista importante de la época y no lo conozco, era una manera de atraer al público blanco ya que llenaban estadios para ver a blancos tocando la música de los músicos negros que nadie iba a ver, quizás estuviera allí por casualidad. Sólo algún tiempo después, cuando alguien vuelve a subir el mismo vídeo pero con más información, conozco su nombre, Randy Joe Fullerton.
A partir de ahí voy al google y rastreo con su nombre. Pero no encuentro nada que no sea el vínculo con ese concierto mítico del “lobo”. En fin, que metidos en otros menesteres voy perdiendo el interés por nuestro héroe a medida de que pasa el tiempo. Pero la semana pasada, viendo el vídeo por enésima vez, pruebo suerte y vuelvo a meter a "Randy Joey" en el google y… ¡sorpresa! Aparecen varia entradas con el tipo en cuestión. Las páginas me remiten a un obituario de lo más solemne posible. Aquí descubro en el malogrado Randy, ha muerto con 60 años el pasado año 2010. O sea que cuando tocó con el Howlin’ Wolf tenía sobre 20 años. En esta misma página aparecen otros músicos con los que tocó y grabó. Algunos muy conocidos, buenos músicos y otros no tanto. Pero lo que me llenó de tristeza es un vídeo homenaje por su muerte(esto es muy americano). Este vídeo con enlace en youtube (¡dios! ¿es que ya no hay secretos para nadie?) deja entrever la vida de Randy. Posiblemente pudo vivir de la música, posiblemente no muy holgadamente. El vídeo es triste, la música de acompañamiento es de J. Pastorius y se enlaza con un vídeo de Randy Joey en directo, quizás uno de los últimos. En las últimas imágenes aparece muy delgado. Esto me hace intuir que la vida no le trató bien en los últimos momentos. En fin, es una historia triste que te quería contar, no sé bien porqué. De todas maneras, Randy, tuviste tu momento de gloria ¡qué carajo! ¡Fue cojonudo! Ya quisieran muchos haber tenido cerca al más grande bluesman de todos los tiempos y estar en a su nivel. Descanse en paz, Randy Joey Fullerton.
Y es que cuando hace algunos años pude tener una buena conexión a internet me inflé de ver vídeos en el youtube . Uno de los que he visto más, aún suelo verlo, es el increíble vídeo de Howlin’ cantando el cásico “Killing Floor”. En este caso se trata de un concierto que dio en 1970 en Washington D.C. (la mayoría de los videos de ese concierto está en youtube). Después de verlo varias veces y no salir de mi asombro -todavía me pone los pelos de punta- empiezo a fijarme en los músicos que le acompañan; S.P. Leary a la batería, un habitual en las mejores bandas de blues de Chicago; Sunnyland Slim, al piano, igual de grande que Howlin’, una leyenda del blues; Hubert Sumlin, increíble en estos vídeos, con una agresividad a la guitarra y un lucidez inigualable. Pero, justo a los 4 minutos y 13 segundo el plano de la caótica filmación empieza a abrirse y se descubre a un tipo joven. Es en el segundo 16 cuando se le observa con claridad y se percata uno de la juventud, el estupendo estilo con el que toca y, sobre todo, de que es blanco. ¿Qué hacía un blanco, un hippy blanco entre aquella troupe de monstruos consagrados?
Esto me hizo imaginar varias opciones posibles: es un bajista importante de la época y no lo conozco, era una manera de atraer al público blanco ya que llenaban estadios para ver a blancos tocando la música de los músicos negros que nadie iba a ver, quizás estuviera allí por casualidad. Sólo algún tiempo después, cuando alguien vuelve a subir el mismo vídeo pero con más información, conozco su nombre, Randy Joe Fullerton.
A partir de ahí voy al google y rastreo con su nombre. Pero no encuentro nada que no sea el vínculo con ese concierto mítico del “lobo”. En fin, que metidos en otros menesteres voy perdiendo el interés por nuestro héroe a medida de que pasa el tiempo. Pero la semana pasada, viendo el vídeo por enésima vez, pruebo suerte y vuelvo a meter a "Randy Joey" en el google y… ¡sorpresa! Aparecen varia entradas con el tipo en cuestión. Las páginas me remiten a un obituario de lo más solemne posible. Aquí descubro en el malogrado Randy, ha muerto con 60 años el pasado año 2010. O sea que cuando tocó con el Howlin’ Wolf tenía sobre 20 años. En esta misma página aparecen otros músicos con los que tocó y grabó. Algunos muy conocidos, buenos músicos y otros no tanto. Pero lo que me llenó de tristeza es un vídeo homenaje por su muerte(esto es muy americano). Este vídeo con enlace en youtube (¡dios! ¿es que ya no hay secretos para nadie?) deja entrever la vida de Randy. Posiblemente pudo vivir de la música, posiblemente no muy holgadamente. El vídeo es triste, la música de acompañamiento es de J. Pastorius y se enlaza con un vídeo de Randy Joey en directo, quizás uno de los últimos. En las últimas imágenes aparece muy delgado. Esto me hace intuir que la vida no le trató bien en los últimos momentos. En fin, es una historia triste que te quería contar, no sé bien porqué. De todas maneras, Randy, tuviste tu momento de gloria ¡qué carajo! ¡Fue cojonudo! Ya quisieran muchos haber tenido cerca al más grande bluesman de todos los tiempos y estar en a su nivel. Descanse en paz, Randy Joey Fullerton.
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