Stevie tenía un hermano mayor. Como todos los hermanos mayores asumió la responsabilidad compartida de educar a su hermano pequeño, de instruirle en lo que él sabía y de guiarle por el buen camino. Jimmie, que así se llamaba el mayor, fue adquiriendo la sabiduría del que enseña. Observar la impulsividad del menos maduro ayuda a ser comedido y reflexivo en las decisiones que se toman en la vida. Stevie que tenía en su hermano la fuente de la sabiduría y el guía perfecto sólo buscaba disfrutar del lado bueno de la vida sin preocuparse de la altura desde la que se podía caer. Esto marcó el oficio de ambos. El mayor triunfó por su sencillez, por hacer las cosas bien, por ser un artesano respetado y llegar a lo más alto con su esfuerzo. El menor triunfó por el uso desmedido de lo que sabía, por romper las reglas de lo establecido, por exceder lo previsto y tocar las estrellas sólo reservadas a los mitos. Pero el diablo, el auténtico dueño y señor de los tiempos que vivimos pasó su factura. Prefirió al menor, de hecho no se percató de la existencia del mayor, para ese tipo de personas Él no tiene ojos. El dolor que deja la pérdida de un hermano debe de ser algo que te marca para toda la vida. Si es tu hermano pequeño durante años te preguntarás “por qué no estabas tú allí en ese momento” y que “podrías haberlo previsto”.
Por eso cuando hoy escucho el último disco de Jimmie Vaughan , el hermano mayor, y me doy cuenta de que va a ser mi disco del verano, sueño con el último disco del hermano menor, Stevie Ray Vaughan.
Por eso cuando hoy escucho el último disco de Jimmie Vaughan , el hermano mayor, y me doy cuenta de que va a ser mi disco del verano, sueño con el último disco del hermano menor, Stevie Ray Vaughan.
1 comentario:
Aquí puedes conseguir el último de Jimmie:
http://www.multiupload.com/S3AXWBSALU
Publicar un comentario