Años,
décadas, idolatrando a los australianos The Saints. Sin pillarlos en
sus pocas visitas a nuestro país y, una semana antes, me entero con
sorpresa de que darán un concierto a poco menos de diez minutos de
donde, por razones laborales, me encuentro viviendo este año. The
Saints entran en mi vida a través del estreno de su disco del 86
“All Fools Day”, un disco estupendo de rock que tiene himnos como “Just Like Fire Would” o “Some Thing Never
Change”. Había que bucear en ese rock vital, en ocasiones
barrocos en los que su peculiar vocalista, Chris Baley, saltaba con
facilidad a espacios más melódicos o dignos del mejor power-pop. Mi
sorpresa fue monumental cuando me entero que estaba considerada una
de las bandas pioneras del punk, y podríamos hablar de un tridente
definitivo junto a Sex Pistols y Ramones. El caso es que cuando me
agencio su disco debut “I’m Stranded”, no puedo hacer otra
cosa que pellizcarme, una obra monumental a todos los niveles; es
punk pero con un sello diferente, definido por la carismática voz de
Bailey y la cruda y excelente guitarra de Ed Kuepper . El tema que
da nombre a este disco del 77 debería convertirse en un tema
obligada escucha si alguna vez queremos entender la historia de la
música popular y el desarrollo del resto del disco es inmenso, mi
favorita, entonces y ahora, “Messin’ With The Kid”. En la
edición remasterizada del 2007 aparecen temas recogidos en sigles y
EPs, entre ellas “This Perfect Day”, otra bomba, y la vuelta del
revés de “River Deep Mountain High” de Phil Spector. En
recientes entrevistas concedidas por Chris Bailey, éste afirma no
haber escuchado en ningún momento a los Ramones o a los Sex Pistols,
que además desconocía movimientos antecedentes claros del punk como
el que protagonizaban bandas como The Stooges o MC5 en Detroit.
Cuesta creerlo, y si eso es así, estos tipos fueron unos putos
genios. ¿Qué pasó en sus dos siguientes discos? Que lo bordaron.
“Eternally Yours” y “Prehistoric Sounds” dan un salto
cualitativo y nos sorprende, aunque con la base cruda y dura del
punk, todo queda engrandecido con unos arreglos añadidos de vientos
y guitarras acústicas que nos muestran unos Saints ambiciosos
desligados de crestas y nihilismo, creciendo en un panorama que
apuntaba hacía el dominio absoluto de la new wave. En verdad os digo
que esta bandas se acerca más a los sonidos de la Tamla Motown que
de los garitos sucios de Birmingham, el mismo Chris Bailey siempre
dijo estar más identificado, al menos en el concepto, con Otis
Redding que con Iggy Pop. La evolución del grupo siempre ha avanzado
con una dignidad absoluta dejando una cosecha estupenda en los
ochentas (con la deserción de Kuepper que montaría una banda
llamada de The Aints con la hace sus propias versiones del repertorio
antiguo de la banda) como el nombrado “All Fools Day” o “Monkey
Puzzle”. De ahí hasta llegar a ese magnífico disco del 2014”
King Of The Sun”, donde recupera lo mejor de las cualidades
creativas de un Bailey en racha que además añade un disco más en
una reciente edición, con los mismos temas pero grabados en directo
en el estudio sin arreglos adicionales. Y por fin, el círculo se
empieza a
completar y me encuentro casi quince años después con
unos Saints convertidos en un power trío, defendiendo su disco
actual y lo mejor de su repertorio clásico en una sala con un
público escaso, entrada gratuita y obligado a ocupar asiento. El
propio Bailey ironiza: “Me siento como si fuera un profesor y
ustedes mis alumnos…sólo aprenderían cosas malas de mí”. El
nivel de cohesión del grupo es estupenda, con músicos que repiten
en gira y que han participado en las últimas grabaciones, Chris se
encarga del bajo y voz con gran solvencia, te das cuenta de que estás
delante de un grande, al nivel de otros líderes como clásicos como
Marriot, Daltrey, Wayne Kramer, Pop, Lydon. Empiezan a caer temas de
su último disco , tres seguidos; King Of The Sun, Sweet Chariot yA
Million Miles Away. A partir de ahí empieza un inmenso repaso a
temas esenciales de su discografía:Waiting
For God , This Perfect Day, Let’s Pretend, Something
somewhere sometime, Just Like Fire Would, Know Your Product, Ghost
Ships, (I’m) Stranded…Unos setenta minutos de concierto que
dejaron un sabor de boca estupendo y suficiente para que, los pocos
que estuvimos, quedáramos bendecidos por la eternidad.
4 comentarios:
Tengo el "I´m Stranded" en el tablón de anuncios de ni-se-vende-ni-se-traspasa. Una auténtica joya, al igual que los dos primeros discos de Ed Kuepper en solitario, un monstruo. He andado por Algeciras miles de veces (por razones de trabajo). Me alegra saber que por allí también hay conciertos.
Saludos,
JdG
Ni noticias de ellos mi amigo ,gracias por la ilustración y me alegro que puedas combinar el laburo con tu otro pasatiempo mas ameno en una cómoda distancia . Un abrazo y buena semana
confieso que discográficamente les perdí el rastro y que en los últimos tiempos no los pincho, igual porque les vi en directo (ya como trio) en el ARF de hace unos años y desde luego no fue su tarde, dejaron bastante mal sabor de boca, pero es una banda importante, igual retomo "I'm Stranded".
Gran reseña. Saludos.
Yo me los perdí en la última gira. Qué buen artículo te has currado para reivindicar a nuestros Saints. Pues yo los conocí un poquillo más tarde que tú, con el siguiente, el "Prodigal son" que también tenía temas chulos. Aunque recuerdo que no había pasado ni medio año y un amiguete me dijo que los Saints que me iban a flipar eran los primeros y me regaló por mi cumple el "Eternally yours" que se convirtió en un imprescindible de la vida gracias a esos arreglos que tan bien destacas en el texto. Un abrazo.
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