Es difícil describir la primera sensación que tuve al verlos en la televisión. Fue en el canal MTV, un grupo que hacía un rythm & blues dentro de los cánones más ortodoxos, lejos de ornamentos industriales y baterías sintétizadas. Esas pintas retro entre rockers y camioneros no podía pasar desapercibido en aquellos locos 80 tan castigados hoy por el paso del tiempo. La primera línea estaba formada por: Kim Wilson, voz y harmónica (ahora mismo se le acaba de erizar el pelo a todos los seguidores del blues más clásico y a los millones de incansables sopladores de armónica, estamos ante uno de los más grandes maestros del pequeño instrumento en su versión de diez agujeros); Jimmie Vaughan, guitarra (sí, es el hermano mayor y uno de los guitarristas más genuinos del rock, líder del sonido stratocaster y ampli fender bassman, enemigo declarado de los pedales "fuzz"); Keith Ferguson, bajo (ya desaparecido y un músico imprescindible dentro de la banda; fundador de otro mágnifico combo, Tail Gators); Fran Christina, batería (no es el primero pero es el más longevo y con el que se identifica más a la banda). Estos fueron sus trabajos en los 80, algunos de ellos imprescindibles monumentos de la historia más reciente del rock and roll:
What's The Word (1980). Tras su debut el año anterior con "Girls Go Wild", siguen la misma línea de r & b clásico, con incursiones en estilos latinos como el tema que cierra el disco "Fabulous Thunderbirds", instrumentales que nunca van al faltar en sus discos "Extra Jimies", "Bad Jump" y "Last Call For Alcohol" y los típicos temas de blues eléctrico que van a marcar una época y un estilo imitado hasta la saciedad "Runnin Shoes", "Dirty Work", "I'm A Good Man". Desde el principio al final se trata de un estilo frenético, que lo mismo va a mover a legiones de roqueros con tupé, puretas defensores de las raíces y yupis con hombreras. Es el lenguaje internacional y que sobrevive al deterioro del mundo mundial, ROCK AND ROOOOOLL!!!!
Butt Rockin' (1981). Nada nuevo bajo el sol, salvo la incursión de teclados y vientos que sólo amplifican el estilo definido de sus tres primeras obras. Estupenda portada, cosa que no ha caracterizado al grupo nunca; se huele esa actitud de "esto es lo que hacemos y no nos vamos a bajar del burro". Ahí es nada, temas como "Roll, Roll, Roll", "Tell Me Why" o el instrumental "In Orbit" son hits intemporales que sobrevivirán a la muy próxima desaparición de la raza humana. Se impone la tiranía en la composición del bigotudo Wilsom y su talento a la harmónica.
T-Bird Rhythm (1982). En la producción de Nick Low lo más novedoso es que reduce la armónica de Wilsom (que tendrá tiempo de incrementar su leyenda en cientos de colaboraciones y genial carrera en solitario) y le da más protagonismo a su potente voz, escucha el soul "How Do You Spell Love" y te darás cuenta de que además equipara a la guitarra de Vaughan (ese sonido limpio y de distorsión natural inconfundible). Más abierto, pero igual de esplendoroso que los anteriores, no puedes perderte la versión del pegadizao tema de Didley, "Diddy Wah Diddy".
Tuff Enuff (1986). Hace de productor Dave Edmunds, es el único tipo que conozco que convierte un disco de rock clásico en música contemporánea. De ahí que siempre consiga meter sus producciones en listas de éxito (véase Stray Cats). Así es y en temas que conservan el estilo T-Birds, aparecen acentos funky que tanto gustaba a los ochenteros. Me quedo con el bombazo instrumental "Down At Antone's".
Hot Number (1987). Hay una clara tendencia por el soul y se nota que está grabado en Memphis, siguen con el mismo productor que los está encumbrando y, puede ser que se alejen de la ortodoxia, pero no dejan de ser compilaciones de la mejor música negra que cuatro tipos de Austin pueden hacer, "Hot Number", "Stand Back", "Love In Common" son muestras de lo mejor de su repertorio.
Powerful Stuff (1989). Con un Jimmie Vaughan apunto de hacer las maletas para recoger la gloria de su apellido, se aprecia un cierto cansancio que da el repetir la fórmula una y otra vez. Sigue el soul, incursiones funky más comerciales y no falta el blues con mayúsculas (Rainin' in my heart). La canción que le da título al álbum se incluye en aquel film clásico palomitero de los 80, "Cocktail", banda sonora que arrasó en los 80; impensable hoy en día.
La carrera de los T-Birds continuó, con banda renovada de estratosféricos guitarristas, y con discos memorables como el reciente "On The Verge", donde demuestran que siguen siendo el mejor grupo para acompañar reuniones alrededor botellas de tequila o bourbon.
3 comentarios:
Una trayectoria ejemplar desde luego . me quedo con el tercero el producido por Lowe me parece el más entretenido y variado.
Palabras mayores para mí, Antonio. Supongo que te has dejado de poner el primero porque solo has tratado de los ochenta y el primero era del 79. Si tuviera que elegir pondría en el podium de su gran discografía el "Butt rockin", me atrapa, también el primero "Girls go wind" y el cuarto "T-Bird rhythm". Un abrazo.
Vaya colección de discos, colega. Impresionante... Es la primera vez que paso por aquí pero no la última. A mi lista de blogs que va
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