Se trata del duodécimo álbum póstumo de Hendrix y no sé si habrá en la historia de la música un artista al que hayan exprimido más después de fallecer. El caso es que lo mejor de Hendrix, posiblemente, lo editó en vida y, salvo algunos directos, hay pocos discos dignos que no sean un compendio de tomas alternativas, directos o temas desechados por falta de calidad, y ya no te cuento de los piratas que hay por ahí o recopilaciones. Se empieza a conocer más al legendario artista por lo que nunca consideró digno de ser editado que por lo que grabó con plena conciencia de que formaría parte del trabajo que él quería que el público conociera; se mantiene el interés puramente comercial frente al interés por difundir su obra; no escatiman en lanzar campañas publicitarias manipuladas donde la palabra "nuevo" se queda grande. En el caso de este "People, Hell & Angels" tenemos más de lo mismo, algún tema inédito que entusiasmará a completistas pero con otros ya conocidos que en conjunto dista de la calidad que tuvo su obra en vida. No sé quien es el responsable de la herencia de la obra de Hendrix, pero le hace un flaco favor al ponerlo en manos de publicistas que no tienen ni idea de su obra.
1 comentario:
Totalmente de acuerdo, se está exprimiendo demasiado el legado inédito y de rarezas del gran Hendrix, alguno le estará sacando buen partido.
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