El formato cinematográfico Super 8 nació a mediados de los 60' y tuvo su declive a finales de los 70'. El objetivo del formato era puramente doméstico, aunque algunos cineasta sacaron partido para hacer sus primeros pinitos en séptimo arte.
El caso es que Steven Spielberg y J.J. Abrams, bajo el título de Super 8, han pretendido recuperar aquellos años para presentarnos una película que bebe de aquellas otras que en su momento rompieron las taquillas en esos años; algunas de manera justificada como E.T., Encuentros en la tercera fase; y otras con menos méritos como Goonies, Gremlis...Situados en los 80, más bien en el 79 por la referencia constante a la canción My Sharona (The Knack). Recurren a todos los tópicos de la época: pandilla de niños inquietos, pueblo tranquilo, niño protagonista al que le falta el cariño de los padres, bicicletas saltarinas, estraterrestres y los malos que son los soldados americanos. El objetivo comercial, bien planteado se desinfla por la falta de calidad de la película. A ver, lo primero es que ese cine que rememoran (por otra parte basado en las pelis de serie B de los 50's) no eran tan bueno. Lo segundo, es que el tipo que la dirige, J. Abrams, tiene el siguiente currículo: La serie "Perdidos", Misión Imposible 3 y la última de Strak Treck. Me río por no llorar. Tercero: que la verdad es que no han puesto corazón en esta historia. No hay carisma en los personajes, cuando sales de la peli ya no te acuerdas de la cara del protagonista (¿es capaz alguien de olvidar al Elliot de ET?), el extraterrestre no cae simpático y se deja poco ver en la peli.
La película está condenada a estar un par de semanas en cartelera, como mucho, y será incomprendida por los jóvenes (hijos del 3D y la Nintendo) y frustrante para los más viejos.
Para colmo, en los títulos de créditos, nos ponen el corto que en Super 8 estaban grabando los niños de la película cuando descubren todo el entramado. Otra vez será.
El caso es que Steven Spielberg y J.J. Abrams, bajo el título de Super 8, han pretendido recuperar aquellos años para presentarnos una película que bebe de aquellas otras que en su momento rompieron las taquillas en esos años; algunas de manera justificada como E.T., Encuentros en la tercera fase; y otras con menos méritos como Goonies, Gremlis...Situados en los 80, más bien en el 79 por la referencia constante a la canción My Sharona (The Knack). Recurren a todos los tópicos de la época: pandilla de niños inquietos, pueblo tranquilo, niño protagonista al que le falta el cariño de los padres, bicicletas saltarinas, estraterrestres y los malos que son los soldados americanos. El objetivo comercial, bien planteado se desinfla por la falta de calidad de la película. A ver, lo primero es que ese cine que rememoran (por otra parte basado en las pelis de serie B de los 50's) no eran tan bueno. Lo segundo, es que el tipo que la dirige, J. Abrams, tiene el siguiente currículo: La serie "Perdidos", Misión Imposible 3 y la última de Strak Treck. Me río por no llorar. Tercero: que la verdad es que no han puesto corazón en esta historia. No hay carisma en los personajes, cuando sales de la peli ya no te acuerdas de la cara del protagonista (¿es capaz alguien de olvidar al Elliot de ET?), el extraterrestre no cae simpático y se deja poco ver en la peli.
La película está condenada a estar un par de semanas en cartelera, como mucho, y será incomprendida por los jóvenes (hijos del 3D y la Nintendo) y frustrante para los más viejos.
Para colmo, en los títulos de créditos, nos ponen el corto que en Super 8 estaban grabando los niños de la película cuando descubren todo el entramado. Otra vez será.
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