Debo reconocer que el tipo en cuestión no ha sido siempre de mi devoción. Vale, que sí, "Four" es una de las grandes obras maestras del rock de los 90's. Sin duda los Blues Travellers fueron los herederos de las grandes jam-bands de los 70's. Al margen del excesivo pratiotismo yanki de Popper (él que es de orígen húngaro), al margen de su simpatía por el partido republicano americano su debilidad por las armas, se trata de un músico genial. Estupendo vocalista y autor de temas memorables. El problema en cuestión es lo que más lo caracteriza, su interpretación con la armónica. Era jodido decir que me gustaba tocar la armonica (o harmonica o blues harp) y todos me dijeran "¿has escuchado a John Popper?" (nota: también me lo dicen con Antonio Serrano, pero esa es otra historia?). Sí, lo de John Popper era inimitable. Inimitable porque entre otras cosas cuenta con demasiada tecnología para ser imitada: Harmónicas Hohner Special 20 custumizadas, amplis vintage y pedaleras digitales última generación. No sé, siempre me ha parecido como si el objetivo en sí fueran realzar el instrumento frente a la música. Bueno, dudas a parte, menudo discazo este último de John Popper, con menos piroctenia y una producción más cálida y cercana (el primer tema suena a la primera época de los ¡Beatles!), incluso hay solos que se acercan a estandars del blues. Muy recomendable y gana con cada escucha. Aunque yo sigo prefriendo a los viejos Walter's y Williamson's, mis respetos a Mr Popper.
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