domingo, 6 de noviembre de 2011

I HEARD IT THROUGH...

Decir que una canción puede tener la misma grandeza que alguna otra obra artística realizada por el hombre, pude ser algo superficial fuera del contexto de este blog. Hablar de la relevancia para la historia del arte de una canción como quien habla de la importancia artística de una catedral parece algo descartado en la conciencia de las personas. Yo opino que sacar un determinado disco de su envoltorio y reproducirlo en tu equipo pude ser una experiencia muy similar a la de estar ante las pirámides de Guiza (más barato también).
Todo esto para introducir una canción con más de 45 años de edad que marca un punto de inflexión en el devenir de la música y por tanto en el devenir de la historia de la humanidad. Se trata de la obra maestra indiscutible "I Heard It Through the Grapevine", escrita por Norman Whitfield y Barrett Strong en 1966 y grabada inicialmente por Smokey Robinson and The Miracles. El tema es un clásico de Motown Record y con el sello personal de sus productores. Sin embargo posee un ambiente y desarrollo muy particular. El clásico se identifica en la versión del 68 que haría Marvin Gaye y que sería la referencia para el resto de versiones posteriores.

El golpe de batería inicial da paso al riff característico que mantiene la estructura fundamental de la canción e, introduce y prepara al oyente, para el salto fundamental que será la aparición del intérprete del tema (la razón del éxito en mi opinión). Pero esto no será hasta el segundo 22, antes los instrumentos fundamentales del tema se habrán ido entrando como los actores que se presentan en una obra de teatro. La batería supone un elemento de estudio y referencia para cualquier baterista. Ese ritmo, basada en la cultura percusiva africana y con referencia claras a ritmos vudús, es seña de identidad en la canción. Justo en el segundo 11 aparece una pandereta que durará lo justo para que el cantante gima por primera vez y no volverá a aparecer en el resto del tema. La siguiente protagonista del tema no es otra que la Detroit Symphonic Orchestra que será la compañera de baile del cantante y que desde el segundo 19 empieza un toma y daca particular donde, al principio, es respuesta a sus lamentaciones para ir ganando iniciativa el desarrollo.
La letra hace referencia a la dura verdad que llega por boca de otras personas. Es decir “me he enterado de tus planes de no quererme a través de un rumor”. Ese rumor, que en inglés es expresado por I heard it throug the grapevine, tiene la misma credibilidad que cuando decimos “me lo dijo un pajarito”, es decir, tengo la certeza absoluta porque lo he comprobado.
Algo ocurre en la canción en el segundo 41 que dará el vuelco definitivo y te hace reconocer la grandeza de la música negra basada en su inicio en el góspel, la aparición del coro “The Andantes”. Al igual que la orquesta de Detroit, éstas van tomando su protagonismo dentro del tema, primero para replicar al solista y luego para introducirlo después del estribillo. Ya tenemos la configuración del tema en su versión más famosa, ya tenemos el primer tema de “psicodelia soul” que marcará la música negra de mediados y finales de los 70s y que encumbrarán a ésta con producciones de tal sofisticación que darán un giro en la música contemporánea hasta derivar, en la música disco de consumo masivo a partir de finales de lo década de los 70s y principio de los 80s y que la industria musical convertirá en música trivial y sin interés hasta nuestros días.
La grandeza de la interpretación de la canción es lo que perdura. Para ejemplo esta versión a capella del mismo Marvin Gaye.

Si comparamos la versión de Mr. Gaye con la inicial veremos que, en el caso de Smokey Robinson, la interpretación en menos visceral, hay menos de emoción ya que la pretensión de la producción era conseguir un hit más dentro de la lista de Smokey y The Miracles.

Creo que nadie queda del todo contento, se ve que el tema tiene posibilidades y se intenta con una extraordinaria versión de Gladys Knight and The Pips. Es soul sureño de gran peso, pero alejado del matiz psicodélico y mágico de como lo conocemos.

La magia de la interpretación vocal es la clave. Para ello, la versión de Credence Clear Water Revival se muestra como definitiva. Los arreglos se centran en el trabajo con la guitarras de los hermanos Fogerty y la estupenda sección rítimica a la que la banda nos acostumbró en su genial obra.

Finalmente, el tema va unido a quien le dio la fama definitiva, el malogrado y llorado Marvin Gaye la hizo suya y la interpretó con la generosidad que le caracterizó en toda su obra, dándolo todo en cada verso.
Yo la escuché en los 80’s, en un anuncio de Levis (acuérdate del tipo que entra en la lavandería, se saca el pantalón, se queda en slips y lava el pantalón. Después se hizo famoso). Luego ya no he dejado de escucharlo en mi vida y es de esos temas que no quieres que se acaben nunca.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Te sugiero una excelente versión aquí:

http://www.youtube.com/watch?v=NVT-BokwmWY